lunes, 3 de octubre de 2016

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE: (II) LA INTERACTIVIDAD COMO BASE

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE: (II) LA INTERACTIVIDAD COMO BASE 
Las TIC crean nuevos entornos de comunicación y establecen nuevas formas de interacción entre los usuarios y las máquinas y, en ellas, unos y otras desempeñan nuevos papeles (diferentes a los clásicos de receptor y transmisor de información), y el conocimiento contextualizado se construye en la interacción que sujeto y máquina establezcan. 
“El concepto de interactividad es inherente a los procesos de comunicación, pues para que haya comunicación es imprescindible la interacción entre los intervinientes (ya sean personas o bien entre persona y máquina)” (Prendes, 2000). Las TIC permiten que emisor y receptor interactúen de tal manera que pueden intercambiar continuamente sus papeles comunicativos, esto es, se distinguen por su interactividad. Eso requiere participantes más responsables, activos, capaces de autoaprender. 
Las funcionalidades de Internet, al alcance de todo aquel que posea la infraestructura y el material adecuado, permiten satisfacer las necesidades de comunicación e información de las personas, instituciones y empresas. La mejora de las telecomunicaciones ha permitido que la imagen, el sonido, el texto..., sean fácilmente integrables en un mismo mecanismo de comunicación, hecho que da la posibilidad de ofrecer al usuario un mejor servicio. La red, en definitiva, “facilita la comunicación y la relación interpersonal, permite compartir y debatir ideas y facilita el trabajo cooperativo y la difusión de creencias personales” (Marqués, 1998). 

Veamos el tipo de interacción que podemos encontrar en función del recurso utilizado: 
  • Correo electrónico. Es la herramienta básica de comunicación en Internet. Permite comunicarse de manera sincronía o asíncrona, a modo de correspondencia, con una persona o grupo, con todas las ventajas que conlleva hacerlo por vía electrónica.  
  • Listas de distribución. Configuradas por grupos de personas interesadas en un determinado tema o área de trabajo que forman parte de una “lista” a la cual pueden enviar mensajes a la vez que recibir, intercambiando opiniones o información sobre el tema acordado. 
  • WWW. La World Wide Web es la mayor base de datos del mundo en soporte informático. La información, escrita en lenguaje HTML, permite el intercambio de opiniones y conocimientos entre profesores, especialistas..., y fomentan el desarrollo de las habilidades creativas y expresivas. 
  • News. Conocidos como grupos de noticias, permiten el intercambio de información mediante “tablones de anuncios” donde cualquiera puede enviar y responder un mensaje al grupo de personas interesadas (normalmente relacionadas con la temática). 
  • Chat, IRC. Permite la comunicación simultánea y en tiempo real entre las personas que se conectan a la conversación en un momento determinado. Requiere que el grupo de personas estén conectadas al mismo tiempo y se comuniquen mediante mensajes escritos u orales. 
  • CSCL (Computer Support for Cooperative Learning). Herramienta de trabajo colaborativo que permite coordinar trabajos en grupo, compartir información y recursos y disponer de un espacio en la red accesible desde cualquier máquina que disponga de conexión a INTERNET. Un entorno de trabajo colaborativo provee a sus usuarios de herramientas que permiten la interacción, la comunicación y la confección de documentos entre sujetos o grupos que deciden trabajar de una manera no presencial. Facilitan, a su vez, el proceso de toma de decisiones allanando el camino antes de una posible reunión cara a cara.
Las herramientas que facilitan la interactividad se denominan “Groupware”, concepto que es definido por Ellis como, “un sistema basado en un ordenador que apoya a un grupo de personas dedicadas a una tarea o meta común y que provee los servicios para apoyar la labor de los usuarios a través de una interfaz de un ambiente compartido” (1991, citado por Henríquez y Fandos, 2000), estableciendo tres aspectos o virtualidades importantes para su implementación:

a) Coordinación, ayudando en la organización de las actividades o tareas entre los miembros del grupo. 
b) Colaboración en la realización de esas actividades de manera individual, permitiendo que las tareas elaboradas individualmente se configuren, al final, en la suma de las partes. 
c) Cooperación entre los diversos sujetos en la mediación de un documento de una manera coordinada y conjunta. (Fandos, Henríquez y Gisbert, 2000). 
Como afirma Bartolomé (1995: 293), los medios interactivos son medios basados en máquinas que en sí mismas incluyen sistemas que interactúan con el sujeto. Esto se traduce en un proceso comunicativo entre hombre y máquina, en el cual cada extremo del canal participa enviando mensajes. Estos son recibidos e interpretados por el otro extremo del canal. 
Este proceso de interactividad es lo que Prendes (1996, 2000), denomina interactividad instrumental, referida a la relación entre el propio medio y el escenario del mismo, la interactividad de los usuarios con los sistemas, máquinas, herramientas, programas. 
La interactividad y sus diferentes niveles nos hacen considerar grandes posibilidades de desarrollo. Si llevemos la clasificación al ámbito educativo, habría que reflexionar sobre: 
  • La comunicación interactiva no se relaciona con las posibilidades de la máquina, sino con el diseño del programa. Así, no es extraño encontrarse cursos basados en aparatos muy sofisticados pero que aprovechan muy poco las posibilidades del sistema. 
  • Partiendo de la afirmación anterior, si la clave se encuentra en el diseño del programa, éste, en función de sus posibilidades y características, puede proporcionar información audiovisual, icónica y verbal. Si, además, podemos asumir que el sistema es capaz de localizar casi instantáneamente la información a presentar; esto nos lleva a afirmar que quien controla el camino, es decir, la información que se debe presentar, es el que determina el nivel de interactividad. 
En el ámbito educativo, la interactividad y sus diferentes niveles han de venir definidos desde el punto de vista del sujeto, el cual, como afirman Anandam y Kelly (en Bartolomé, 1995: 294-297), pasa de ser observador pasivo a ser participante activo, permitiendo esta interactividad ajustar la instrucción conforme a las necesidades y capacidades del usuario. 
Numerosos estudios han mostrado que el componente más importante para el éxito en la formación on-line es el mantenimiento de una interacción consistente y de calidad. Marcelo (2002) y Moreno y Bailly-Baillière (2002) argumentan que la interactividad es esencial para el desempeño eficaz de las tareas que se esperan de tutores y alumnos o de grupos en general. “La eficacia del proceso de enseñanza y aprendizaje es proporcional a la riqueza de flujos que se establecen entre los participantes” (op. cit. 2002:54), entre los cuales concretamos los siguientes tipos: 
  • Alumno-contenidos teóricos. Relacionado con la forma en que el alumno utiliza los materiales de aprendizaje para construir su propio conocimiento: lectura, reflexión y asimilación de la información e ideas proporcionadas.
  • Alumno-tutor. Comunicación establecida con el formador con el fin de crear y mantener el interés, motivar, orientar y apoyar en el proceso de aprendizaje respecto a la materia a trabajar. 
  • Alumno-alumno. Se engloban aquí los intercambios entre los estudiantes, tanto desde el punto de vista formal como informal. 
  • Alumno-actividad. Interacción que el alumno puede desarrollar con los contenidos, el tutor o el grupo, a través de las actividades diseñadas con este fin.
Estos son los tipos de interacción más comunes en un proceso de formación, aunque basándonos en las clasificaciones de Marcelo (2002) y Payne (1999, cit. por Moreno y Bailly-Baillière, 2002) podemos añadir otros tipos de relaciones que podemos encontrar alrededor del alumno:
  • Alumno-clase. Podemos entender que se trata de una comunicación de tipo global, que en muchas ocasiones puede convertirse sólo en algo informativo y unidireccional.
  • Alumno-grupo. Relaciones que se producen dentro de un grupo de trabajo, potenciado por el trabajo colaborativo en red. Se trata de una de las potencialidades que las TIC han proporcionado a la educación a distancia. 
  • Alumno-interfaz / tecnología. Los autores entienden aquí un tipo de interacción suscitado de la relación que el alumno pueda establecer con el medio a través del cual desarrolla su proceso de aprendizaje. 
  • Alumno-exterior. Entendemos aquí que, dadas las características de conectividad que ofrece la red y su potencialidad de comunicación y fuente de información, ofrece al alumno posibilidades de establecer relaciones fuera del entorno clase.
A diferencia de la mayoría de autores, Marcelo nos sugiere en el mismo texto que la interacción no se produce sólo desde el punto de vista del alumno y que no podemos olvidar al profesor como elemento o eje de interacción. De este modo, determina dos tipos más de interacción en un proceso de enseñanza y aprendizaje: 

  • Tutor-grupo. Interacción derivada de las necesidades de un grupo en el desarrollo de actividades de este tipo. 
  • Tutor-clase. Comunicación de tipo global, surgida de los procesos informativos por parte del profesor, que pueden proceder de actividades de debate o foros de discusión. 

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