martes, 8 de noviembre de 2016

LOS RECUROS PARA LA INTERVENCIÓN DIDÁCTICA EN EL ÁMBITO SOCIAL (XI)

LOS RECUROS PARA LA INTERVENCIÓN DIDÁCTICA EN EL ÁMBITO SOCIAL (XI)
Tal y como hemos indicado antes, señalaremos algunos de los recursos que son utilizados de una forma más generalizada en las actuaciones de los profesionales reseñados en el apartado anterior. 
Tales recursos, centrados normalmente en los denominados “centros diurnos”, tienen como objetivo central y prioritario ofrecer una alternativa educativa real, eficaz y válida para los jovenes que quedan al margen del sistema escolar.
Estos centros diurnos suelen acoger a niños entre los 6 y los 16 años, que se encuentran en alguna de las siguientes situaciones
  • niños sin escolarizar;
  • niños que han terminado la escolaridad y ya no van a la escuela; 
  • niños que no asisten regularmente a la escuela por diversos motivos; 
  • niños de los que sus padres no se ocupan adecuadamente por: 
a) Situación económica deficiente.
b) Relación deteriorada de la pareja.
c) Situación laboral que obliga a cierto abandono de los hijos; 
  • niños que, retornando a la familia desde una institución cerrada, pudieran necesitar de este tipo de ayuda". 
Los centros diurnos, como equipamientos que acogen a niños y jóvenes con problemáticas psico-sociales o de origen socio-familiar se pueden clasificar en: Centros Abiertos  y Pre-talleres.


a.-Centros abiertos
Son un equipamiento social diurno pensado para chicos/-as de edades comprendidas entre los 6 y 16 años que tienen dificultades socio-familiares y/o psicosociales. Por no tener los 16 años no pueden acceder al mundo laboral y no están escolarizados y, a su vez, muestran un rechazo a la institución escolar, con bajo nivel académico y formativo. Es decir: 
Forman parte de un medio socio-cultural y económico desfavorable. 
Están afectados por déficits o carencias graves, especialmente relacionales o educativas. 
Están sin escolarizar o tienen graves problemas de adaptación a los centros docentes del sector.
Realizan actividades socialmente no deseables (absentismo escolar, huidas de casa, iniciación en el consumo de substancias tóxicas, comportamientos agresivos, robos, ...). 
  • Forman parte de una familia con dificultades (progenitores solos, acumulación de conflictos familiares, paro, problemas relacionales, problemas de salud mental, alcoholismo, ...). 
Las actividades que se organizan el el Centro Abierto están destinadas a todos los chicos del barrio o sector y están abiertos durante el horario escolar para poder tratar el absentismo o la inadaptación a la escuela y, durante el tiempo libre, atienden a los que tienen una escolarización normal pero con problemas.
Los primeros centros abiertos nacen durante la segunda mitad de los años 70 por iniciativa privada. En 1982 existían en Cataluña 5 centros abiertos, de los cuales 4 dependían de diferentes ayuntamientos. A partir de 1983, la Dirección General de Protección y Tutela de Menores empieza a subvencionar algún centro; en este sentido, la creación de nuevos centros ha estado estrechamente ligada a las subvenciones concedidas a los ayuntamientos. 
Las funciones que desarrolla el centro abierto se pueden contemplar desde tres perspectivas: 
El centro abierto como institución de puente entre el sujeto y la red social comunitaria 
Enfoque preventivo: es necesario prevenir los conflictos, ya que el desarrollo personal en esta edad de transición es decisivo para la posterior vida adulta. 
El centro abierto como institución referencial: el individuo a lo largo de su historia personal circula por diferentes instituciones y grupos sociales que le dan marcos de referencia. Los educadores del centro abierto así como el espacio físico donde se ubica el centro supone un punto de referencia para los jóvenes de la zona.


Los criterios educativos que se han de desarrollar, y hacia los cuales ha de tender el centro abierto son los siguientes: 
En la medida que sea posible, es necesario establecer un compromiso entre el mismo joven, su familia y el centro, para asegurar la asistencia regular; 
Fomentar la participación de los padres en las actividades del centro; 
Establecer un programa de trabajo individualizado para cada menor que
permita una evaluación periódica; 
Todas las actividades han de tener un carácter integrador, evitando
dinámicas marginadoras; 
Que los educadores y familiares mantengan relación con la escuela; 
Atención individualizada en pequeños grupos; 
Existencia de figuras educativas de los dos sexos para facilitar el proceso
de identificación, a su vez los centros abiertos han de ser mixtos; 
Participación en las actividades del barrio (culturales, sociales, educativas, etc.); 
Utilización de la red de servicios comunitarios; 
Potenciamiento de la integración escolar, social y familiar; 
Existencia de coordinación entre educadores, familiares y equipo social de base, así como con otros profesionales del sector.
Para desarrollar estos criterios educativos, en el centro abierto se llevan a cabo las siguientes actividades
-talleres para la formación pre-laboral: no se pretende que los jóvenes aprendan un oficio, sino que aprendan los hábitos de trabajo, a respetar los horarios, a trabajar en grupo; 
-refuerzo escolar: se pretende ir consolidando conocimientos; se utiliza una metodologia activa, mediante juegos y técnicas de animación. Se refuerzan las materias básicas (matemáticas y lenguaje) y las ciencias naturales y sociales, relacionadas con temas locales y próximos a su realidad; 
-actividades de tiempo libre: actividades que pretenden dar alternativas educativas y creativas al tiempo libre. Con la práctica del deporte se pretende dar a los adolescentes una alternativa para el tiempo libre, a la vez que es una actividad que ayuda a desarrollar hábitos de higiene y salud. 

b.-Pre-talleres 
Son equipamientos sociales diurnos pensados para chicos-as entre 12 y 16 años, que presentan una fuerte problemática de fracaso escolar, rechazo a la escuela y/o la Formación Profesional, problemas de comportamiento, problemática familiar, etc. 
Se presentan como una salida ante una anterior desescolarización continuada del joven, como apoyo a una escolarización deficitaria o para reorientarlo a una formación profesional después de un fracaso escolar. 
El trabajo con los jóvenes ha de estar orientado a la adquisición de unos conocimientos prácticos que sean de su interés y que puedan, a lo largo de un proceso, darle unas habilidades aplicables de manera profesional. 
El pre-taller tiene como objetivo final crear y consolidar toda una serie de hábitos necesarios para su desarrollo personal y social, para lo que es necesario: 
• -motivar al adolescente hacia unas tareas, cuya realización suponga devolverle la confianza en sus propias posibilidades; 
• -servir de puente hacia la progresiva integración en los diferentes recursos normalizados, en el ámbito laboral o en el ámbito de una formación profesional específica; 
• -potenciar y fomentar, por una parte la creación de unos hábitos socio- educativos tales como la convivencia, el trabajo en grupo, etc., y por otra, han de facilitar el conocimientos elemental de oficios manuales técnicos básicos. 
Los objetivos generales del pre-taller son
  • fomentar actitudes sociales en los chicos que les permitan encontrar alternativas para integrarse en su ambiente; 
  • desarrollar el juego grupal para superar el individualismo y hacer ver la necesidad de cooperación en el trabajo; 
  • intentar que tome conciencia de los mecanismos que provocan su agresividad de forma que pueda entenderlo y se controle; 
  • desarrollar en el chico su propia capacidad creadora en contraposición a su actitud destructiva; 
  • descubrir las relaciones y las funciones del mundo laboral con toda su problemática; 
  • hacer sentir el taller como algo propio de forma que lo respete y cuide;
  • transmitirle los conocimientos básicos que necesita para su vida. 
Los criterios educativos que han de estar presentes en el pre-taller son los siguientes: 
es importante que los jóvenes asistan con regularidad al pre-taller, para que puedan conseguirse los objetivos planteados. Así pues, se establecerá un compromiso formal con el joven y su familia, que se llevará a cabo mediante un contrato personalizado que incluya el desarrollo de un programa educativo e individual, que se irá revisando; 
los jóvenes participarán, progresivamente, en la gestión del pre-taller: asambleas, acuerdos, compromisos, ...; 
serán mixtos. Es necesario potenciar actividades que favorezan la integración de las jóvenes, ya que en la mayoria de los pre-talleres hay poca participación femenina; 
con la intención de ir normalizando este tipo de recursos, se utilizará la red de recursos comunitarios. 
El pre-taller ha de estar conectado con otros recursos del barrio, especialmente con toda la red de recursos de ocupación, formento de trabajo, INEM, cooperativas, talleres artesanales, pequeñas industrias, etc., así como con entidades deportivas o socio-culturales, estando abierto y coordinado con las actividades y vida asociativa de la zona.

Los pre-talleres han de estar dotados de personal educativo especializado, como educadores especializados o maestros o técnicos de taller (FP 2o grado), que no sólo es necesario que conozcan el oficio que han de enseñar, sino que es muy importante que posean unas habilidades que le permitan conectar con los jóvenes. Además, el pre-taller también contará con el apoyo externo del asistente social, ... y otros profesionales del sector. 

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