miércoles, 28 de diciembre de 2016

DEL TRABAJO COLABORATIVO A LAS COMUNIDADES VIRTUALES A TRAVÉS DE LA RED

DEL TRABAJO COLABORATIVO A LAS COMUNIDADES VIRTUALES A TRAVÉS DE LA RED 
Internet viene siendo considerada como una gran base de datos de cobertura global, más que como un lugar en donde poder llevar a cabo un trabajo concreto, al menos si nos atenemos a los datos de su uso . En este contexto, herramientas clásicas como el correo electrónico y las listas de distribución no son capaces de ofrecer todo el soporte necesario para la realización de trabajos en grupo a través de la Red y, a partir de ese hecho, se están desarrollando las aplicaciones denominadas “groupware” para Internet, que ofrecen a los usuarios el pilar básico desde el cual promover el trabajo colaborativo a través del web. Entre estas herramientas podemos encontrar BSCW, que ofrece un soporte idóneo para la creación de zonas en donde compartir documentos comunes. 
Parece claro que las tareas y productos del trabajo en colaboración son mayores que los conseguidos a partir del que se elabora individualmente y esta cuestión es especialmente importante cuando se trata de realizar tareas dentro de una estructura de investigación o de una organización. Gracias a este tipo de software para el trabajo en grupo es posible mejorar el rendimiento de todo el proceso de indagación y se hace posible que diferentes personas puedan trabajar de forma compartida con una misma información y cooperar estrechamente en el desarrollo de proyectos. 
En este contexto, las funciones básicas que se consiguen llevar a cabo con su utilización son, según Hills (1997), las siguientes: 
Ayuda a que dos o más personas trabajen juntas. 
Permite compartir conocimientos y experiencias. 
Automatiza sus actividades. 
Ayuda a crear una memoria de la organización. 
Aúna geografía y tiempo.


Este tipo de herramientas han de permitir compartir toda clase de conocimiento y facilitar el movimiento y control de la información que se manipula constantemente. Los módulos que deben integrar serían: 
Calendario y planificación. 
Videoconferencia. 
Sistemas de reunión electrónica. 
Pizarra electrónica y conferencia de datos. 
Conversación (chat). 
Correo electrónico. 
Conferencia y grupos de noticias. 
Almacenes de conocimiento. 
Escritura en grupo y edición compartida. 
Flujo de trabajo.

Y, en la medida en que sea si, los “groupware” aportarían soluciones para cada uno de los momentos o situaciones que puedan producirse durante la evolución de esta colaboración.
A pesar de las ventajas que presentan, su uso no ha sido generalizado en las organizaciones en donde se desarrollan este tipo de tareas. Las razones pueden ser variadas y guardar relación tanto con los costes, como con el mantenimiento técnico de las infraestructuras o con la cultura o actitudes de los participantes en tareas de colaboración. 
En este contexto se ha desarrollado con fuerza la implementación del sistema BSCW (Basic Support for Cooperative Work), que es capaz de realizar prácticamente todas las capacidades del groupware y las básicas del workflow de forma eficaz, pero sin que el coste sea un problema.


Básicamente aporta las siguientes ventajas en lo referente al desarrollo de tareas en grupo a través de la Red (http://www.rediris.es/cvu/index.es.html ): 
Creación de zonas para el trabajo colaborativo entre varios miembros (que pueden, o no, estar lejanos geográficamente o pertenecer a diferentes organizaciones) desde donde compartir documentos para llevar a cabo proyectos comunes. 
Entrada restringida a esas áreas mediante un acceso controlado, permitido solamente a miembros previamente registrados y, en los casos que sea necesario, limitar sus posibilidades de manipulación de la información. 
Documentos siempre disponibles para todos los componentes del proyecto en cualquier momento, pues se encuentran almacenados en el servidor BSCW y no en ordenadores locales. 
Permite almacenar en un mismo espacio todos los tipos de objetos que puedan resultar útiles en el desarrollo del trabajo colaborativo: documentos de texto, bases de datos, imágenes, sonidos, anotaciones sobre los mismos, comentarios, listas de direcciones, etc. 
BSCW hace posible entender el web como un lugar en donde manipular la información y no sólo leerla o tener acceso a ella, pues admite su modificación. 
Una vez que se ha creado un documento concreto y quiere hacerse público, es muy fácil disponer de él desde cualquier página web mediante la inclusión de su URL, sin necesidad de abrir una cuenta FTP. 
Puede convertirse en la puerta de acceso a reuniones o citas entre los miembros, ya sea en encuentros presenciales o a través de la Red (chat, videoconferencia) pues ofrece los medios básicos para realizar sus convocatorias. 
Presenta ciertas aplicaciones que pueden ser entendidas dentro de un contexto de workflow o flujo de información como lo es el hecho de que integra herramientas de comunicación de eventos entre sus miembros. 

Sin embargo, el mayor problema de las herramientas groupware para Internet se encuentra en su propia filosofía y las características de BSCW. La comunicación en el web está basada en el protocolo de intercambio de datos HTTP y en una estructura cliente-servidor, a la que ya se le podría denominar de "clásica". Además, al trabajar con HTML, se crea un entorno de colaboración bidimensional que no hace posible la comunicación simultánea entre cliente-cliente. En otras palabras, actualmente es imposible que, con BSCW, dos miembros o más puedan actuar sincrónicamente con un mismo documento. 

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