martes, 20 de diciembre de 2016

PROCESOS Y MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN (Una reflexión) (4)

PROCESOS Y MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN (Una reflexión) (4)
    ACERCA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y SU PROCESO 
Nivel racional y nivel empírico en el método científico

Todo lo anterior nos permite hablar de distintos niveles en el proceso de investigación científica, con distintas implicaciones para el investigador y diversas consecuencias para su organización, retomando así la idea originaria ya planteada que la investigación combinaba la experiencia con el razonamiento.
Por un lado, podemos hablar del nivel racional y del nivel empírico. En el primero, predomina la interpretación, la reflexión lógica y la elaboración de relaciones significativas. En el segundo predomina lo observacional, las técnicas manipulativas e instrumentales.

En particular, sintetizamos en la tabla siguiente las operaciones relacionadas con cada una de las fases propuestas que afectan al papel del investigador. Obviamente puede interpretarse que tanto la fase de conceptualización como la de planificación corresponderían al nivel racional, dadas sus exigencias y la toma de decisiones implicada por parte del investigador. La fase de realización, dentro del nivel empírico, no tiene las mismas exigencias, e incluso puede ser llevada a cabo por otros protagonistas dentro del proceso de investigación, bajo la tutela del investigador principal.

Así, vista la situación y las posibilidades, proponemos un diseño en cuatro fases, cada una de las cuales puede tener subfases, no lineales, sobre todo las cuatro intermedias, cada una con unas tareas definidas; serían:



1. Fase de proyección: supone una serie de tareas teóricas y de reflexión a partir de la toma de decisión que significa llevar a cabo una investigación tales como determinar el enfoque, valorar las posibilidades, revisar documentación, sopesar posibilidades y dificultades, incluir o no colaboradores, tareas de preparación y de formación, etc. Es la fase de realizar prácticamente el propio diseño, la de preparar documentación y posibles ideas base para la elaboración de instrumentos, elaborar un guión de presentación –si es pertinente- a los sujetos o las instituciones involucrados y establecer algunos principios sobre los cuales establecer la posible negociación.
2. Fase de trabajo de campo, comprende toda la tarea de recogida de los datos y de las informaciones durante el tiempo que estimemos oportuno, encuestando, observando, entrevistando, etc. y tomando notas de campo para describir el contexto, intuir las relaciones, seleccionar a los informantes, preparar posteriores acciones, etc.
2. Fase de trabajo interno, que supone todo un conjunto de tareas relacionadas tanto con la acción como con la reflexión interna; en el primer caso preparación de instrumentos, análisis de primeras aportaciones, recomposición de escenarios, previsiones de trabajo, análisis de documentos, reducción de datos, análisis de contenido, organización de material, categorización, sistematización, reordenación, realización de preinformes...
3. Fase de contraste, muy relacionada con las dos anteriores, ya que supone una correspondencia entre ambas; pero además, en muchas ocasiones, supone una “devolución” a los actores de cómo se va “viendo” el trabajo realizado para ampliar, matizar, perfilar percepciones, sentimientos, etc. En ciertos procesos de investigación representa una profundización, una ampliación, pero, en algunos casos puede producir una reconducción de parte de la previsiones anteriores.
4. Fase de difusión, realizado el informe, una vez finalizada la investigación se llega a la parte final ¿qué hacer con él?. ¿Se entrega a los actores o responsables de la institución? ¿Es propiedad del autor? ¿Debe presentarse a autoridades académicas? ¿Puede publicarse?. Dependerá como ya he comentado de los intereses del investigador, de la finalidad del estudio y de los compromisos consensuados en los procesos de negociación, si los hubo.

El ideograma puede ayudarnos a comprender la dinámica que se establece entre las fases de este tipo de investigaciones (Jiménez,1996), así como intuir el tipo de trabajo que ha de realizarse, no sólo desde la perspectiva de la propia investigación o del investigador, sino desde la dinámica interna que se genera, en ese ir y venir constante entre el trabajo de campo y el trabajo interno de reflexión.

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