sábado, 17 de diciembre de 2016

INNOVACIÓN EN LA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO (3 de 4 )

INNOVACIÓN EN LA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO (3 de 4 )

3. LOS DESAFÍOS 
El Informe “Integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación Escolar Española” elaborado por la Fundación Telefónica y cuyo resumen puede verse en Magisnet.com y completo en la web de fundacion.telefonica.com, (2009) apunta: 
Sólo uno de cada tres profesores se siente preparado para promover y supervisar grupos de trabajo a través de las TIC o para crear recursos online que puedan ser utilizados en cada una de sus asignaturas. 
• Más del 50% del profesorado se siente incapaz de desarrollar proyectos multimedia con sus alumnos o de evaluar trabajos realizados mediante estas tecnologías. 
• Las razones más comunes por las que no se utilizan nunca las TIC son estas: no tener acceso a las tecnologías necesarias; no poseer las competencias TIC necesarias; percibir que no es útil para su asignatura o que no las consideran una prioridad para su centro educativo. 
• Las principales finalidades con las que el equipo docente introduce las Nuevas Tecnologías son: como herramienta de apoyo en las clases; para cambiar la forma de impartirlas o simplemente para que los chicos aprendan a utilizarlas. 
• La mayoría aprende a utilizar las TIC por su cuenta, y en Primaria uno de cada tres no lo puede hacer al margen de la escuela por falta de medios. 
Y algo parecido ocurre en el sistema no formal, si aún no es peor el panorama. Por ello el primer desafío ha de ser la preparación de los formadores y, al a vez, la sensibilización social al respecto. 

Otro reto no menos importante es el que hace referencia al propio medio tecnológico. Si utilizamos la tecnología como medio de transmisión de conocimientos para el aprendizaje debemos partir de tomar en consideración las propias virtualidades de ese medio. El asunto es tanto más importante cuanto que, por mucho que hayan adelantado los recursos a nuestra disposición, sólo se divulgan guiones sobre la disposición de los materiales, cuando no sobre tipografías o colores, pero no secuencias didácticas que en verdad sean fehacientes en el aprendizaje de los alumnos, sean estos los que sean. La mayor parte de los campus virtuales carecen de los elementos más básicos para favorecer la navegabilidad, para facilitar el acceso a las informaciones, para interactuar..., etc. 
Del mismo modo hay que hablar del CONTENIDO que el alumno ha de integrar. Pareciera como si el simple hecho de digitalizar textos o informaciones o el de poner al alcance del aprendiz direcciones fuera a dar, por sí mismo, aprendizaje. En este sentido el desafío es CREAR materiales específicos para la función que han de tener en el medio tecnológico. Y es que el contenido presente aún en las plataformas al uso es el mismo que el que puede verse en los textos, como si “virtualizar” fuera sólo cambiar la información de soporte. 
Creemos firmemente que cuando el medio de comunicación cambia, ha de cambiar también la forma de exponer los contenidos, las informaciones. Ello significa adecuar objetivos, tomar en consideración a los alumnos, conocer las potencialidades tecnológicas del medio (físico o de software), comprobar la usabilidad del material que ponemos a disposición de los alumnos, estructurar ese material, adaptarlo a los usuarios... considerando que el aprendizaje “es un proceso activo y constructivo, que debe mantener al alumno en continua actividad, en decir, en una actitud orientada a la investigación, al análisis, a la organización de la información y a la generación de preguntas e inquietudes a través de la comunicación permanente...” (Bou, Cascuco y Borén: 2004). 
Existe un desafío global, como el que señalan los trabajos de Lemke bajo el título ESTÁNDARES PARA UN MUNDO MODERNO: La Preparación de los Estudiantes para el Futuro (2004). Según dichos estudios, para el aprendizaje es preciso: 
Identificar lo que se está usando actualmente, lo que significa que el aprendizaje: 
Ha de ser comprensivo 
Ha de ser auténtico 
Ha de construirse sobre conocimientos previos 
Ha de ser activo 

Incorporar las destrezas para el siglo XXI: Aprendizaje con comprensión, sobre la base del alfabetismo: 

• Visual
• Científico
• Tecnológico 
Informativo 

Autentificar el aprendizaje, lo que supone que profesores y alumnos asuman:

Responsabilidad social 
Conciencia global 
Trabajo en equipo y colaboración 

Ese desafío “global” hay que entenderlo e interpretarlo como marco para la asunción de las competencias tecnológicas, base del aprendizaje electrónico, tales como:

Saber organizar las situaciones de aprendizaje 
Gestionar los propios progresos en ese aprendizaje 
Trabajar en equipo 
Utilizar las herramientas base de las TIC 
Utilizar la información 
Potenciar el aprendizaje independiente 
Consolidar la responsabilidad social 

De lo que venimos apuntando se deduce que vivir, aprender y trabajar en esta sociedad, cuyas características se basan en la información y el conocimiento, exige utilizar la tecnología digital. Esas tecnologías pueden ayudar a adquirir las capacidades necesarias para ser competentes en el uso de la información. Tanto los programas de desarrollo profesional como lo de formación inicial deben enriquecerse con las TIC.
Los formadores actuales, como señala la UNESCO en su estudio “Estándares de competencias en TIC para docentes” deben ser capaces de utilizar: “Las simulaciones interactivas, los recursos educativos digitales y abiertos (REA), los instrumentos sofisticados de recolección y análisis de datos son algunos de los muchos recursos que permiten a los docentes ofrecer a sus estudiantes posibilidades, antes inimaginables, para asimilar conceptos”. Hoy las TIC son motores del crecimiento e instrumentos para el empoderamiento de las personas, que tienen hondas repercusiones en la evolución y el mejoramiento de la educación. 
En ese sentido es esclarecedor algo que se apunta en el citado informe de la UNESCO: 

Los economistas definen tres factores que conducen a un crecimiento basado en capacidades humanas acrecentadas: 
1. Profundizar en capital (capacidad de los trabajadores para utilizar equipos más productivos que versiones anteriores de estos); 
2. Mejorar la calidad del trabajo (fuerza laboral con mejores conocimientos, que pueda agregar valor al resultado económico); e 
3. Innovar tecnológicamente (capacidad de los trabajadores para crear, distribuir, compartir y utilizar nuevos conocimientos).

Estos tres factores de productividad sirven de base a tres enfoques complementarios –superpuestos en cierto modo– que vinculan las políticas educativas al desarrollo económico: 
1. Incrementar la comprensión tecnológica de estudiantes, ciudadanos y fuerza laboral mediante la integración de competencias en TIC en los planes de estudios –currículos- (enfoque de nociones básicas de TIC). 
2. Acrecentar la capacidad de estudiantes, ciudadanos y fuerza laboral para utilizar conocimientos con el fin de adicionar valor a la sociedad y a la economía, aplicando dichos conocimientos para resolver problemas complejos y reales (enfoque de profundización del conocimiento). 
3. Aumentar la capacidad de estudiantes, ciudadanos y fuerza laboral para innovar, producir nuevo conocimiento y sacar provecho de éste (enfoque de generación de conocimiento). 

(para una visión general de esto que se apunta se puede recurrir también a la Web: http://www.eduteka.org/EstandaresDocentesUnesco.php

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