viernes, 12 de agosto de 2016

LOS MEDIOS Y RECURSOS DIDÁCTICOS EN LA LA FORMACIÓN1, QUE ESTÁN TAN DE MODA Y SON TAN REPICADOS

LOS MEDIOS Y RECURSOS DIDÁCTICOS EN LA LA FORMACIÓN1, QUE ESTÁN TAN DE MODA Y SON TAN REPICADOS
Al hablar de medios y recursos queremos hacer referencia a las herramientas, al material instrumental al servicio de los programas de formación, fundamentalmente de las actividades, contenidos y objetivos. 
Un “viejo maestro”, ya fallecido, decía hace muchos años algo que creo que merece la pena repetir:
Hay que partir del hecho de que el proceso de enseñanza-aprendizaje constituye, por naturaleza, un cúmulo de experiencias "conducidas" y "mediadas", esto es, reproduce de determinada manera la realidad a enseñar y aprender. La relación entre el alumno y esa realidad a aprender se realiza a través de algún tipo de medio o recurso de enseñanza, que, de este modo, es el instrumento de representación, facilitación o aproximación a la realidad. No es extraño, en este sentido, que vengan siendo entendidos  (Los Medios y Recursos) como“un punto de apoyo o pasarela que instalamos en la corriente de aprendizaje para que cada alumno alcance o se aproxime al máximo de sus techo discentes (Fernández Huerta, 1976). 
Su importancia hay que centrarla en la naturaleza constructiva del aprendizaje. El individuo logra construir, de forma activa y progresiva, sus propias estructuras de adaptación e interpretación a través, fundamentalmente, de experiencias, ya sean directas o mediadas (icónicas o simbólicas). 
Los medios y recursos actúan, así, como instrumentos de ayuda para las experiencias mediadas, haciendo de soporte de ellas. Lógicamente su importancia va a depender tanto del alumno, como del tipo de actividad, contenido u objetivo pretendidos. Por eso se defiende, por ejemplo, que en su elección hay que considerar: las actividades mentales que estimulan, la facilidad para transmitir información, la capacidad para satisfacer la exigencia de la actividad didáctica y para conectar con las características cognitivas del alumno, etc. . 
El tema es importante debido tanto a la profusión de medios que está inundando el mundo educativo (lo que provoca no pocos desajustes en los formadores y en la creación de un estado de opinión favorable a su uso, como si de ello dependiera el aprendizaje), como a los avances y cambios que vienen dándose en su seno. Piénsese, por ejemplo, en el cambio que supone el uso de simulaciones o de la realidad aumentada, apoyadas en sistemas informáticos respecto al libro de texto. 
La cuestión, con todo, no está en debatir la inclusión o exclusión de un determinado medio o recurso, sino en establecer su sentido en el contexto curricular, esto es, en establecer su papel en relación con las necesidades, objetivos, contenidos, actividades, tipo de alumno, estructura de relaciones profesor y alumno, etc. Y es que los medios, por sí solos, no mejoran la enseñanza o el aprendizaje. Lo harán en la medida en que se hayan seleccionado adecuadamente y con funcionalidad respecto a las necesidades del proceso de enseñanza y aprendizaje en el que se hayan de instalar y al que han de servir. 
La relación Medios y Recursos y Enseñanza, en cualquiera de sus acepciones, parece un hecho producto de los últimos avances en microelectrónica y comunicación y no es así. Esa relación, en el sentido que aquí interesa, viene dándose cada vez que los procesos de enseñanza y aprendizaje se han apoyado en la utilización de recursos
De este modo, cada vez que un nuevo recurso ha irrumpido en la relación Enseñanza y Aprendizaje se ha generado un nuevo enfoque o modelo educativo, al menos en la medida en que ese recurso complementaba la acción educativa y establecía un nuevo sistema de relación entre los distintos elementos del acto didáctico. 
La situación actual se caracteriza por la fuerza de relación y de complementación que se da entre Tecnología y Enseñanza y por las características novedosas que está adquiriendo la tecnología, por lo que no es extraño que se busquen con más ahínco modelos que ayuden a plantear la enseñanza bajo esta nueva perspectiva. Y es que los nuevos medios tecnológicos están logrando no sólo cambiar los sistemas de relación hombre y medio, sino también instalarse como componente cultural, por lo que es normal que se haga necesario recalar en ellos desde la consideración de que su aportación a la enseñanza es, cuando menos, imparable, si no necesaria. 
El problema, como hemos enunciado y como, sin duda, veremos (explícita o implícitamente) es acotar y centrar la temática en el mundo educativo. 
En esta aportación no podremos entrar en todos y cada uno de los aspectos que la utilización didáctica de los medios y recursos provocan, ni podremos aclarar todos los problemas o circunstancias de su uso. Queremos hacer hincapié en las bases de su funcionalidad didáctica, de los principios generales que deben regir su selección.

1 Tomado de GONZÁLEZ SOTO, A.P. (2000): “Los medios y recursos materiales en la enseñanza”. En PÉREZ, J.A. Y TORRES, M.A.. La calidad en los procesos educativos, Oikos-Tau. Barcelona. 

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