A juzgar por la extensión de esta forma de proceder, aparentemente asumimos que es efectiva. No obstante, la evidencia empírica demuestra claramente que en las clases frecuentemente los alumnos no atienden adecuadamente y sólo unos cuantos profesores tienen la habilidad de atraer a la audiencia durante un periodo de tiempo más prolongado. En todo caso, la evidencia demuestra que las clases magistrales, particularmente como método didáctico dominante, representan un modo pobre de transmitir la información.
La perspectiva del profesor en la concepción del aprendizaje se ve reflejada también en el modo como suponemos que los alumnos manejan la información. Acumulamos gran cantidad de información que consideramos importante ante el estudiante, suponiendo que éste sabe qué hacer con ella y que será capaz de utilizarla en cualquier otra situación.
Y el caso es que una persona, sobre todo si es adulta, aprende cuando participa implicándose activamente en su proceso de enseñanza y aprendizaje. Para ello, se plantea dudas, formula hipótesis, retrocede ante ciertos obstáculos, arriba a conclusiones parciales, manipula objetos, organiza elementos.
El aprendizaje humano se desarrolla predominantemente dentro de una relación de tensión entre dos factores: uno de adquisición de conocimientos y experiencias reunidas por generaciones anteriores, necesario para la continuidad de la vida común dentro de la sociedad; el otro, es la persecución de intereses personales, objetivos y necesidades de creación imprescindible para el desarrollo del potencial y talento individual.
La capacidad de aprendizaje del adulto no disminuye automáticamente a medida que se va aumentando los años; su capacidad mental de recepción, de adaptación y asimilación depende más bien de la intensidad y duración de los incentivos adecuados y de las demandas y exigencias de su medio.
Los adultos no están menos dispuestos para el aprendizaje que los jóvenes, pero su situación, desde el punto de vista de la motivación, está más estrechamente ligada a la práctica real y a lo personal. La necesidad de un aprendizaje continuo, de por vida, se halla aquí fructíferamente unida a su necesidad subjetiva de permanecer mentalmente ágiles.
Los adultos tienen que ser adecuadamente motivados dentro del contexto de sus vidas y profesiones, puesto que, en general, no son menos capaces o están menos dispuestos para el aprendizaje que los jóvenes.
Algunos autores llaman la atención sobre los tipos de conocimiento más importantes en el adulto. En concreto establece los siguientes:
a. El conocimiento declarativo, que es el que describe la realidad y se puede decir o declarar. Su valor social es importante pero no es el conocimiento fundamental, porque la información puede ser declarada por alguien que no entienda realmente lo que significan las palabras. El término declarativo no se refiere al significado, sino al hecho de que la información puede ser transmitida simbólicamente, normalmente en forma oral o escrita, pero también como anotaciones matemáticas, gestos o cualquier otro símbolo. Este tipo de conocimiento se adquiere leyendo, escuchando y conversando, es decir, mediante cualquier forma de intercambio verbal. Puede ser transmitido y adquirido además de mediante el lenguaje natural, a través del lenguaje matemático, de signos o Braille. Como es obvio, éste es también el método más tradicional de enseñanza, la clase magistral.
b. El conocimiento procedimental, que se refiere a una secuencia de acciones que podemos mostrar. Es un conocimiento automático e inconsciente (resultado de mucha práctica) que puede manifestarse en la acción y que también se podría declarar si éste se hace consciente, como cuando se describe una acción (por ejemplo, puedo describirle a alguien cómo utilizar un programa informático). Según este modelo el “saber hacer” o conocimiento procedimental sigue ciertas fases hasta llegar a la automatización:
- 1 Fase declarativa: Deben darse unas instrucciones al aprendiz aunque esta descripción de la acción no garantiza la realización del procedimiento (p. ej., el instructor describe cómo se pone un coche en marcha)
- 2 Fase de compilación: distintas partes de una acción se reúnen formando un todo (p. ej. se combinan los procedimientos de cambio de marcha, frenado, etc.) 3. Fase de ajuste: El aprendiz no es consciente del conocimiento y actúa de manera automática.
c. El conocimiento conceptual, que tiene que ver con los conceptos y que pueden considerarse herramientas que nos permiten reducir la complejidad del entorno, así como, identificar los "objetos" que hay en el mundo, reducir la necesidad de un aprendizaje constante, proporcionar una dirección a la actividad instrumental y facilitar, ordenar y relacionar clases de hechos. El conocimiento conceptual puede ser de dos tipos: categórico y esquemático.
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